Verónica Ruiz y su 'carrera' contra el Huntington

 

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Aunque conocer la noticia fue un trago amargo, desde el primer momento decidió cambiar su vida

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El primer contacto que Verónica tuvo con la enfermedad fue 12 años antes de ser diagnosticada. En 2005, su madre, Mercedes Moreno, ya había desarrollado Huntington.
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CIUDAD DE MÉXICO, 12 de agosto.- A los 30  años Verónica Ruiz era una exitosa mercadóloga y con muchas expectativas: quería tener un mejor sueldo, trabajar en una compañía internacional y formar una familia. Sin embargo, todos sus sueños se diluyeron en un instante, cuando a los 34 años fue diagnosticada con la enfermedad de Huntington.
Se trata de un trastorno genético hereditario, en el cual las neuronas de ciertas partes del cerebro se degeneran y mueren.
Aparece entre los 35 y los 45 años de edad.
Se caracteriza por fuertes movimientos involuntarios, malhumor, cambios de personalidad, pérdida de memoria y deterioro del habla.
La vida se desfasa. 

HISTORIA FAMILIAR

El primer contacto que Verónica tuvo con la enfermedad fue 12 años antes de ser diagnosticada. En 2005, su madre, Mercedes Moreno, ya había desarrollado Huntington.
Es difícil verte reflejada en tu mamá y saber que te ocurrirá lo mismo”.
En ese tiempo descubrió que la enfermedad también conocida como “Mal de San Vito” era hereditaria, que los hijos tienen el 50 por ciento de posibilidad de padecerla y que entre más se transmita de generación en generación, más posibilidades existen de desarrollarla a menor edad.
Actualmente su mamá, Mercedes Moreno González, sortea un estado muy avanzado del mal, y aunque recibe tratamiento, Verónica sabe que no hay marcha atrás; que cada día la salud de su mami se deteriorará más.

DIAGNÓSTICO NO ES DESTINO

A partir de conocer la enfermedad de su madre, Verónica decidió hacerse una  prueba temprana para saber si era portadora del gen que causa el Huntington.
Luego de un año de exámenes físicos y psicológicos, obtuvo el resultado.
Es muy duro saber que eres positiva. La mayoría de los que reciben la noticia se suicidan, porque es difícil entender que tu vida ya no va a ninguna parte”, cuenta con voz entrecortada.
Aunque conocer la noticia fue un trago amargo, desde el primer momento decidió cambiar su vida y dejó atrás el trabajo que la estresaba, las metas económicas; dejó de sentirse enojada o frustrada y se dedicó a tomar terapia;  a encontrarse con ella misma, a hacer ejercicio y a adoptar un hijo; no había un segundo que perder.
El cambio le dio tiempo de vida.
Actualmente con 43 años, aunque tiene la enfermedad aún no presenta ningún síntoma.
Cuando tienes una sentencia de muerte, no te queda de otra más que agradecer por haber despertado otro día, tener tus recuerdos y estar bien”, señala.

SU VOCACIÓN


Verónica sacó lo mejor de su experiencia, por lo que decidió emprender la mejor carrera de su vida: enfrentar alHuntington.
Primero se ofreció como voluntaria para cuidar enfermos con este padecimiento, y en 2011 fundó la Asociación Verónica Ruíz, con la que informa y recauda fondos para mantener las investigaciones que en futuro ayuden a tratar, prevenir o curar este padecimiento.
Verónica es un caso de éxito y quiere seguir sirviendo al mundo, por lo que participa en un protocolo de investigación con doctores del Hospital ABC:
Si de algo sirve mi cuerpo que lo investiguen”, sentencia.
Y nos lleva hasta el hospital para conocer las pruebas a las que es sometida.

Espera nuestra siguiente entrega el próximo miércoles.

Su quieres saber más, visita Salud180.

pdg